viernes, 21 de octubre de 2011

De miedo

 Carlos Boyero
Alguien muy sabio aconsejaba no temer más que el miedo,  pero tampoco conocía la fórmula para espantar a ese depredador.  Muchos niños sienten temor ante la oscuridad. Tal vez sea irracional, es la intuición de que ésta sólo la pueden habitar el desamparo y los monstruos. Los pavores de los adultos tienen más sentido. Miedo a las enfermedades lentas y devastadoras, a las pérdidas, a la locura, al fin del amor, a la traición, a la soledad, a la ruina económica. Saben que estos enemigos son reales y siempre están al acecho. Si uno dispone de dioses, la necesidad del martirio y la seguridad de que está recompensado en el más allá, imagino que esos terrores atávicos  se llevan mucho mejor. Pero los agnósticos lo tienen crudo.
El mar no está incluido entre los miedos permanentes de la mayoría de los seres humanos. Su peligro sólo deben constatarlo pescadores y marinos que han sobrevivido a tormentas chungas. También conozco a unas cuantas personas a las que nadie podría convencer para que se dieran un baño nocturno en el mar después de haber sufrido la secuencia inicial de Tiburón y su instalación a perpetuidad en el subconsciente. También tengo recuerdos de infancia que me aseguran que los monstruos en el cine japonés salían siempre del mar, pero sabías que era de mentira.
El mar existe para ofrecer relajamiento a los sentidos al observarlo, crear ensoñación, alimentar la poesía y la literatura, simbolizar la libertad en tantas películas (unas buenas y otras malas) en las que inevitablemente sus perdidos o angustiados personajes encuentran la liberación espiritual al encontrarse finalmente con él.
Pero ese monstruo algunas veces ataca sin declaración de guerra, sin que nadie pueda imaginar un minuto antes que va a desatar el fin del mundo. La imagen de esas aguas tranquilas que se repliegan de la playa para embestir inmediatamente con los atributos del Apocalipsis protagonizará las pesadillas de los que sobrevivieron al infierno

9 comentarios:

  1. Apareció en las pruebas presenciales de junio 2011. La semana que viene lo analizamos y resumimos en la tutoría.

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  2. El texto nos habla del miedo que sentimos todos. Por un lado los niños, que sienten miedo de algo irreal, y por el otro los adultos, que temen los varapalos de la vida. También nos habla de como el mar, y las catástrofes que puede llegar a generar, aterroriza a unos y a otros, y en especial, a los que han vivido esas situaciones.

    Álvaro.

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  3. El texto habla del miedo. En primer lugar el de los niños que es irracional, al contrario que el de los adultos que es real. Después del miedo que sienten los marineros al mar y de como el cine influye también en ese temor. Por último habla de como los Tsunamis provocan ese miedo en las personas que lo han sufrido

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  4. Resumen:

    Ni los consejos de los sabios acerca de no temer nada a excepción del propio miedo, evitan que estos nos acompañen desde la infancia. Luego en la madurez van tomando otras formas, pero siguen siendo miedos, aunque a algunos les consuele la religión. El mar, unas veces paz y otras guerra, puede proporcionarnos el más placentero relax o transportarnos a los más temidos pensamientos apocalípticos.

    Tema:

    El miedo nos acompaña toda la vida. El mar, fuente de sosiego o de temor del ser humano.

    Opinión personal:

    El autor, en primera persona, nos narra su punto de vista acerca de los temores, hace un repaso por los miedos de la infancia, los de la madurez e incluso nos recuerda cómo la religión nos sirve de placebo emocional y, como si se tratara de un rio de temores, también encuentra su desenlace en el mar.
    Si bien es cierto que el miedo nos desasosiega, hay que pensar también que es el mismo que nos cuida.
    Sí, nos protege, como decía Kundera refiriéndose al vértigo, ese deseo insoportable de saltar.
    El miedo es esa fina cuerda que nos sujeta a la vida, sin él seriamos groseros o temerarios o traidores o… sencillamente locos.

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  5. Álvaro, algo corto; puedes añadir algunas ideas más; el peligro del mar lo constatan los pescadores o el cine crea un cierto temor al mar en algunas personas.

    Se queda corto, Patricia. Emplea verbos como decir, afirmar, sostener, señalar: "Primero, dice que (:::) luego, afirma que (...) Y al final, sostiene que (...). Añade algún detalle más para llegar a las cinco líneas.

    Rafael, de momento, la opinión no la tratamos. El resumen está bien, pero se queda algo corto. El tema o idea principal del texto está bien expresada.

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  6. El texto habla del miedo. Primero nos dice que no sabemos ahuyentarle y luego diferencia el miedo de los niños, irracional, del de los adultos
    que realmente temen a las desgracias que puedan sucederles y algunos se apoyan en su fe y sus creencias para mitigarle. Después habla del miedo al mar de los marinero y de que el cine es el causante de ese miedo en muchas otras personas. Finalmente nos dice que el miedo al mar se debe al enorme poder de destrucción que puede desencadenar sin previo aviso.

    Tomás Martín

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  7. Idea Central
    El miedo
    Resumen
    En primer lugar habla del miedo irracional de los niños frente al miedo real de los adultos.
    A continuación, habla del mar como un miedo no permanente para la mayoria de las personas, menos para pescadores o marineros en contacto con sus peligros.
    Y termina describiendo el mar como elemento tranquilizador a veces y violento y destructivo otras.

    Paloma Ramos
    by Paloma Ramos at 1:26 pm

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  8. El texto habla del miedo.Primero nos dice que ni los más sabios saben ahuyentarlo. Continua difenciando entre el miedo irracional de los niños y el real de los adultos. Despues habla del respeto de los marineros al mar y del miedo que causa este a las personas gracias al cine. Finaliza diciendo que el mar pese a la tranquilidad relativa que tiene y transmite, también puede ser una pesadilla y arrasarlo todo.

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  9. Bien, Tomás, presentas las ideas principales del texto, ordenadas y precedidas de una breve introducción.
    Paloma, se queda corto el resumen; añade una breve introducción “El texto habla del miedo”.
    Bien, Jesús, pero puedes añadir algún detalle más para llegar a las cinco líneas.

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