Pero dejemos esa cuestión, que es más una digresión que parte del argumento, y resumamos las razones que tenemos para considerar la sociedad como un organismo. La sociedad muestra un crecimiento continuo. En la medida que crece, sus partes se hacen diferentes, su estructura se hace más compleja. Las partes diferentes asumen simultáneamente actividades que no solo son diferentes, sino que tales diferencias se relacionan de manera que se hagan mutuamente posibles, y la ayuda recíproca provoque la mutua dependencia de las partes. De modo que esas partes independientes, viviendo las unas por y para las otras, forman un agregado constituido por los mismos principios generales que un organismo individual. La analogía entre una sociedad y un organismo es aún más clara teniendo en cuenta que cada organismo de un tamaño apreciable es una sociedad, y que en ambos casos las vidas de las unidades que lo forman continúan por algún tiempo si la vida del agregado se interumpe bruscamente; mientras que si el agregado no es violentamente destruido, su vida excede holgadamente de la duración de las vidas de las unidades que lo integran. Aunque la sociedad y el organismo son distintos a causa de su respectiva naturaleza discreta y concreta, y aunque de ello resulte una diferencia en los fines perseguidos por la organización, no resulta de ello una diferencia en su funcionamiento: la mutua influencia que se requiere entre las partes, que en una sociedad no es trasmisible de manera directa, lo es en ella de manera indirecta.
Herbert Spencer
Traducción: Miguel Beltrán
La lectura de Fernando
El resumen de Fernando
https://www.intecca.uned.es/portalavip/grabacion.php?ID_Sala=85059&ID_Grabacion=98981&hashData=1162f07d475711a1b2f59f2bf61407f5&paramsToCheck=SURfR3JhYmFjaW9uLElEX1NhbGEs
lunes, 4 de noviembre de 2013
lunes, 28 de octubre de 2013
Palomear
https://www.intecca.uned.es/portalavip/grabacion.php?ID_Sala=85059&ID_Grabacion=97601&hashData=499683cc35250f5d34de3d1d2a4c2792&paramsToCheck=SURfR3JhYmFjaW9uLElEX1NhbGEs
Rosa Montero
EL PAÍS, 22-10-2013
El periodista y escritor Jesús Marchamalo me habla en Panamá, durante el VI Congreso de la Lengua, de un verbo genial que le oyó decir a un mexicano para expresar la acción de marcar con un pequeño signo las casillas de un formulario: palomear. “¿Ya palomeaste el documento?”. Es una palabra ingeniosa y elocuente porque el pequeño trazo suele tener, en efecto, la silueta de un ave; y escoger que sea una paloma le da un toque modesto, doméstico, risueño. He aquí una lengua vibrando de vida.
http://elpais.com/elpais/2013/10/21/opinion/1382353179_930130.html
Santi lee el texto
Alfonso resume el texto
Rosa Montero
EL PAÍS, 22-10-2013
El periodista y escritor Jesús Marchamalo me habla en Panamá, durante el VI Congreso de la Lengua, de un verbo genial que le oyó decir a un mexicano para expresar la acción de marcar con un pequeño signo las casillas de un formulario: palomear. “¿Ya palomeaste el documento?”. Es una palabra ingeniosa y elocuente porque el pequeño trazo suele tener, en efecto, la silueta de un ave; y escoger que sea una paloma le da un toque modesto, doméstico, risueño. He aquí una lengua vibrando de vida.
La lengua es como una piel que recubre el cuerpo social y se estira y
encoge siguiendo sus mudanzas. Algo tan orgánico no se puede modificar
por decreto: el voluntarismo no funciona (esos espeluznantes “ciudadanos
y ciudadanas”, por ejemplo). Solo un cambio real de la sociedad puede
hacer evolucionar el manto de palabras que la recubre. Por eso no me
extraña que ahora sean los países latinoamericanos los más capaces de
mostrar esa vitalidad creativa: mientras Europa se tambalea y España
apura su crisis, Latinoamérica parece estar en un momento de despegue.
Todo eso se refleja en nuestra lengua. Ya se sabe que la hablan 400 millones de personas; que es el segundo idioma materno del planeta, tras el mandarín, y que hay expertos que sostienen que, para 2045, será la lengua mayoritaria (aunque yo creo que para entonces hablaremos todos chino). A veces alardeamos demasiado triunfalmente de estas cifras, aunque tampoco viene mal para contrarrestar el consabido e irritante complejo de inferioridad hispano. Pero para mí la mayor riqueza del español no reside en su enorme implantación, sino en su diversidad, en sus muchas versiones y matices. En este mundo crispado, sectario y excluyente, emociona poder celebrar una lengua común llena de diferencias que no solo no desunen, sino que potencian. Palomeando se vuela hacia el futuro. Ser distintos nos hace más fuertes.
Todo eso se refleja en nuestra lengua. Ya se sabe que la hablan 400 millones de personas; que es el segundo idioma materno del planeta, tras el mandarín, y que hay expertos que sostienen que, para 2045, será la lengua mayoritaria (aunque yo creo que para entonces hablaremos todos chino). A veces alardeamos demasiado triunfalmente de estas cifras, aunque tampoco viene mal para contrarrestar el consabido e irritante complejo de inferioridad hispano. Pero para mí la mayor riqueza del español no reside en su enorme implantación, sino en su diversidad, en sus muchas versiones y matices. En este mundo crispado, sectario y excluyente, emociona poder celebrar una lengua común llena de diferencias que no solo no desunen, sino que potencian. Palomeando se vuela hacia el futuro. Ser distintos nos hace más fuertes.
http://elpais.com/elpais/2013/10/21/opinion/1382353179_930130.html
Santi lee el texto
Alfonso resume el texto
lunes, 21 de octubre de 2013
Ofensiva antieuropea
Editorial
El País, 11-10-2013
Tanto la derecha como los socialistas llevan décadas tratando de orillar el combate contra las ideas y los proyectos del Frente Nacional, el partido encabezado ahora por Marine Le Pen, que un sondeo sitúa a la cabeza de las preferencias de los franceses de cara a las elecciones europeas de 2014. No es la primera vez que las encuestas auguran éxitos del Frente Nacional que después no lo son tanto en las urnas, pero es evidente su integración creciente en la sociedad como un partido que pretende instalarse en la política francesa.
El Frente Nacional representa la expresión del populismo en su país, de la extrema derecha, en definitiva, por más que la líder del partido recuse a quien la describe en esos términos, porque estropean la renovación estética emprendida para quitarle a la fuerza que encarna el aspecto agresivo de tiempos pasados. Hoy propone la salida del euro, el restablecimiento de fronteras y, por descontado, la aplicación de mano dura contra la inmigración. Un programa digno de acelerar el desorden económico, si algún día estuviera en disposición de ser ejecutado por un Gobierno; pero que a los oídos de un número creciente de franceses parece sonar como protectora línea Maginot contra la crisis económica y los peligros atribuidos a la inmigración musulmana y a otras minorías. La actual campaña del ministro socialista del Interior, Manuel Valls, contra los rumanos de etnia gitana pretende salir al paso de tales propósitos, con soluciones francamente parecidas a las intentadas antes por la derecha.
El momento es propicio al Frente Nacional por la debilidad de la izquierda, que ejecuta desde el poder un programa de recorte presupuestario, no acomete reformas políticas prometidas por François Hollande —entre ellas, el reconocimiento del derecho de voto a los inmigrantes con residencia en Francia— y ve reducirse el peso de su país en la UE respecto al de Alemania. Tampoco es fuerte la UMP, desgarrada internamente tras la derrota electoral de Nicolas Sarkozy en 2012. Sin necesidad de progresar demasiado en número de votos, al Frente Nacional le basta un empujón para consolidarse y provocar el efecto contagio entre los populismos de otros países. Un fenómeno inquietante, porque podría llevar a numerosos antieuropeos al Parlamento Europeo en pocos meses.
http://elpais.com/elpais/2013/10/10/opinion/1381430637_749200.html
https://www.intecca.uned.es/portalavip/grabacion.php?ID_Grabacion=96016&ID_Sala=85059&hashData=771225878d066effa00a551513661fc1¶msToCheck=SURfR3JhYmFjaW9uLElEX1NhbGEs
El País, 11-10-2013
Tanto la derecha como los socialistas llevan décadas tratando de orillar el combate contra las ideas y los proyectos del Frente Nacional, el partido encabezado ahora por Marine Le Pen, que un sondeo sitúa a la cabeza de las preferencias de los franceses de cara a las elecciones europeas de 2014. No es la primera vez que las encuestas auguran éxitos del Frente Nacional que después no lo son tanto en las urnas, pero es evidente su integración creciente en la sociedad como un partido que pretende instalarse en la política francesa.
El Frente Nacional representa la expresión del populismo en su país, de la extrema derecha, en definitiva, por más que la líder del partido recuse a quien la describe en esos términos, porque estropean la renovación estética emprendida para quitarle a la fuerza que encarna el aspecto agresivo de tiempos pasados. Hoy propone la salida del euro, el restablecimiento de fronteras y, por descontado, la aplicación de mano dura contra la inmigración. Un programa digno de acelerar el desorden económico, si algún día estuviera en disposición de ser ejecutado por un Gobierno; pero que a los oídos de un número creciente de franceses parece sonar como protectora línea Maginot contra la crisis económica y los peligros atribuidos a la inmigración musulmana y a otras minorías. La actual campaña del ministro socialista del Interior, Manuel Valls, contra los rumanos de etnia gitana pretende salir al paso de tales propósitos, con soluciones francamente parecidas a las intentadas antes por la derecha.
El momento es propicio al Frente Nacional por la debilidad de la izquierda, que ejecuta desde el poder un programa de recorte presupuestario, no acomete reformas políticas prometidas por François Hollande —entre ellas, el reconocimiento del derecho de voto a los inmigrantes con residencia en Francia— y ve reducirse el peso de su país en la UE respecto al de Alemania. Tampoco es fuerte la UMP, desgarrada internamente tras la derrota electoral de Nicolas Sarkozy en 2012. Sin necesidad de progresar demasiado en número de votos, al Frente Nacional le basta un empujón para consolidarse y provocar el efecto contagio entre los populismos de otros países. Un fenómeno inquietante, porque podría llevar a numerosos antieuropeos al Parlamento Europeo en pocos meses.
http://elpais.com/elpais/2013/10/10/opinion/1381430637_749200.html
https://www.intecca.uned.es/portalavip/grabacion.php?ID_Grabacion=96016&ID_Sala=85059&hashData=771225878d066effa00a551513661fc1¶msToCheck=SURfR3JhYmFjaW9uLElEX1NhbGEs
domingo, 20 de octubre de 2013
Diego Corrientes
El primer texto del Curso es siempre algo más breve que de costumbre. Este año he elegido un texto literario en el que predomina la modalidad descriptiva. Espero tu comentario.
Su cuerpo robusto está dotado de esa elegante flexibilidad que tan airosos hace a los campesinos andaluces. Viste rica chupa con hombreras y caireles de seda, cerrada en las bocamangas con botones hechos con ochentines de oro; chaleco medio abierto con cuello en pie, dejando ver la camisa con pañuelo rojo de seda, anudado; faja del mismo color y pantalones ajustados hasta debajo de la rodilla, con ancha franja al lado y botones de muletilla hechos también de ochentines de oro; botín abierto de cuero, con primorosos pespuntes de seda verde y sobre la redecilla de estambre, verde también, airoso castoreño gris de anchas alas, con cordón y moña. El caballo, de descarnada cabeza, larga cola y sutilísimos remos, trae jaeces del más puro gusto andaluz; silla alta, de arzones, con labores arabescas de seda, estribos vaqueros, cabezada de ancho correaje con elegante mosquera de madroños, anchas alforjas sobre la grupa y en el arzón delantero manta de vivos colores sobre la cual se tercia un formidable trabuco.
Hernández Girbal, F. “Bandidos célebres españoles” Ediciones Lira, Madrid, 1968.
Su cuerpo robusto está dotado de esa elegante flexibilidad que tan airosos hace a los campesinos andaluces. Viste rica chupa con hombreras y caireles de seda, cerrada en las bocamangas con botones hechos con ochentines de oro; chaleco medio abierto con cuello en pie, dejando ver la camisa con pañuelo rojo de seda, anudado; faja del mismo color y pantalones ajustados hasta debajo de la rodilla, con ancha franja al lado y botones de muletilla hechos también de ochentines de oro; botín abierto de cuero, con primorosos pespuntes de seda verde y sobre la redecilla de estambre, verde también, airoso castoreño gris de anchas alas, con cordón y moña. El caballo, de descarnada cabeza, larga cola y sutilísimos remos, trae jaeces del más puro gusto andaluz; silla alta, de arzones, con labores arabescas de seda, estribos vaqueros, cabezada de ancho correaje con elegante mosquera de madroños, anchas alforjas sobre la grupa y en el arzón delantero manta de vivos colores sobre la cual se tercia un formidable trabuco.
Hernández Girbal, F. “Bandidos célebres españoles” Ediciones Lira, Madrid, 1968.

Leído por Daniel en el aula universitaria de Móstoles
lunes, 14 de octubre de 2013
A lo suyo
Elvira Lindo
El PAÍS 9 octubre 2013
El PAÍS 9 octubre 2013
Cada cual tiene sus pesadillas recurrentes. Una que con frecuencia asalta mis sueños es la de encontrarme en un examen, pero no de vuelta a la niñez, sino en este presente, a mis años: estoy sentada en un pupitre ante un papel en blanco y no sé nada. Nada de nada. En ese momento siento una indefensión infantil y una vergüenza adulta. De niño sueñas con acabar la escuela, pero nadie te previene de que la vida laboral es un examen continuo. NADA más lógico que la ansiedad diaria se traduzca en el sueño como una prueba para la que no estás preparado.
No sé cómo habrán elegido a los adultos que ha examinado la OCDE para determinar el nivel de preparación de la población española de 15 a 65 años. Para algunos los resultados son desastrosos; para otros, nada sorprendentes, ya que definen el país que tenemos. A mí me ha hecho gracia (si es que algo de este asunto tiene gracia) que los jóvenes están a menor distancia de los jóvenes europeos que lo están los maduritos. Por mirarlo desde un punto de vista positivo, hubiera sido peor al contrario.
Lo que desconsuela de este suspenso o aprobado por los pelos con que se ha calificado a una muestra de la población española que en teoría define al conjunto del país es la reacción cutre, y al mismo tiempo previsible, de los dos grandes partidos. Por un lado, el PP, como suele, carga todas las razones del desastre actual sobre los hombros de los socialistas y arremete contra la LOGSE. Como si la LOGSE los librara a ellos, de momento, de aquello en lo que está consistiendo su contradictorio modelo educativo: una búsqueda de la célebre excelencia esquilmando los recursos a la escuela pública. Y por otro lado, el PSOE, que para defender la que fuera su ley de educación aún apela a un pasado más lejano: a Franco, nada más y nada menos.
Ellos a lo suyo, siempre a lo suyo.
No sé cómo habrán elegido a los adultos que ha examinado la OCDE para determinar el nivel de preparación de la población española de 15 a 65 años. Para algunos los resultados son desastrosos; para otros, nada sorprendentes, ya que definen el país que tenemos. A mí me ha hecho gracia (si es que algo de este asunto tiene gracia) que los jóvenes están a menor distancia de los jóvenes europeos que lo están los maduritos. Por mirarlo desde un punto de vista positivo, hubiera sido peor al contrario.
Lo que desconsuela de este suspenso o aprobado por los pelos con que se ha calificado a una muestra de la población española que en teoría define al conjunto del país es la reacción cutre, y al mismo tiempo previsible, de los dos grandes partidos. Por un lado, el PP, como suele, carga todas las razones del desastre actual sobre los hombros de los socialistas y arremete contra la LOGSE. Como si la LOGSE los librara a ellos, de momento, de aquello en lo que está consistiendo su contradictorio modelo educativo: una búsqueda de la célebre excelencia esquilmando los recursos a la escuela pública. Y por otro lado, el PSOE, que para defender la que fuera su ley de educación aún apela a un pasado más lejano: a Franco, nada más y nada menos.
Ellos a lo suyo, siempre a lo suyo.
@el_pais: A lo suyo: http://elpais.com/elpais/2013/10/08/opinion/1381255824_889132.html
sábado, 12 de octubre de 2013
Curso 13-14
Quiero darte la bienvenida a Comentario de Texto, una asignatura del Curso de Acceso de la UNED. Comienzo el nuevo Curso con ilusión y con ganas de aprender contigo a comentar un texto. Es una práctica entretenida que activa nuestra capacidad de comprensión y estimula la producción de otros textos derivados. El procedimiento es sencillo: cada semana propongo un texto para que prepares un resumen y determines el tema. En esta primera etapa, conviene mostrarse como el jardinero que, podadora en mano, elimina todo lo irrelevante y circunstancial, haciendo visible la estructura del tema, libre de hojarasca. Pero habrá tiempo para los pormenores. Ahora importa que tengas la certeza, si decides comentar una entrada, de que tu comentario será bien acogido y tratado con respeto. Sólo me resta esperar tu activa participación y desearte un Curso provechoso y bueno.
martes, 7 de mayo de 2013
Malitos
Rosa Montero
El País, 04-03-2003
El otro día vi un cartelón publicitario de un gabinete psicológico. Estrés,
mobbing, insomnio, adiciones, depresión y obesidad, ponían en grandes letras.
Cáspita, me dije, pero qué modernos son estos psicólogos, y qué atentos están a
los vaivenes del malestar social. Nada de hablar de neurosis, por ejemplo, o de
crisis de angustia, que son sufrimientos psíquicos tradicionales. No, señor:
ellos se centran en el último grito de los desastres anímicos.
De hecho, esta lista de problemas es una especie de retrato patológico de
nuestra realidad. Porque las sociedades también pueden ser explicadas a través
del examen de sus enfermedades. Por ejemplo, la obesidad; en el mundo hay más
de mil millones de personas con sobrepeso, y 300 millones son obesas; ni que
decir tiene, en fin, que una vasta mayoría de ese gentío rollizo se acumula en
los países ricos. Pero en el planeta también hay 840 millones de personas
críticamente desnutridas; y treinta millones mueren de hambre cada año. En
cuanto al mobbing, que es el maltrato en el trabajo, lo sufre entre el 11% y el
16% de la población activa española (lo cual no me extraña: yo misma lo padecí
en una ocasión y es angustioso). Pero también es verdad que, para ser víctima
del mobbing, tienes que tener un empleo, un derecho básico del que no gozan
millones de parias de la Tierra.
El 10% de los españoles padece insomnio; otra tortura, desde luego, pero
también de relativo lujo; no creo que la muchacha africana que se recorre
cuarenta kilómetros a pie para traer un cántaro de agua tenga problemas para
dormir, pero probablemente morirá de sida, como la mitad de los jóvenes de
quince años de Zimbabue (ya digo que cada país tiene sus enfermedades). En
cuanto al estrés, en realidad es un eufemismo con el que se enmascara la vieja
angustia de siempre, adornándola con barniz ejecutivo. Como si uno solo se
angustiara por lo muy atareado que está, y no por la ansiedad misma de vivir,
por la muerte negra que nos espera, por todo lo oscuro y lo desesperado que
alberga la existencia. Aquí estamos, en fin, comiendo hasta enfermarnos,
atormentándonos en los insomnios y hablando del estrés para no hablar del
miedo. Estamos sin duda muy malitos.
Webconferencia "Desastres anímicos" http://www.intecca.uned.es/portalavip/grabacion.php?ID_Sala=65256&ID_Grabacion=87676&hashData=b1c9c33e534374ffe5dd195676c6d65f&paramsToCheck=SURfR3JhYmFjaW9uLElEX1NhbGEs
Webconferencia "Desastres anímicos" http://www.intecca.uned.es/portalavip/grabacion.php?ID_Sala=65256&ID_Grabacion=87676&hashData=b1c9c33e534374ffe5dd195676c6d65f&paramsToCheck=SURfR3JhYmFjaW9uLElEX1NhbGEs
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