lunes, 10 de marzo de 2014
Feriados
Feriados
Leila Guerrero
Al principio me resultaba raro. Viajara cuando viajara a Bogotá, casi nunca pasaba una semana sin que hubiera un feriado y, cuando preguntaba a qué se debía, nadie tenía idea. Un feriado religioso, decía uno; se recuerda una batalla, decía el otro. Pero en Colombia los feriados son tantos que ya nadie sabe por qué el imperativo de no trabajar se instala un lunes cualquiera de, digamos, agosto. Ahora ya no me resulta raro, porque lo mismo empieza a suceder en la Argentina: en 2012, con 18 días festivos, fuimos el país con más feriados del mundo. Y en 2013, con 19, repetimos honor. Hay feriados por única vez, puentes, feriados recuperados (como estos días de Carnaval). Aunque muchos se quejan (los taxistas y los dueños de comercios de las ciudades grandes, que se vacían en esas fechas), las cifras del turismo interno son positivas, y es probable que, a futuro, los feriados se reproduzcan. Pensando en estas cosas me pregunté algo de una ingenuidad ramplona: si no sería más interesante propiciar que más gente tuviera empleos o ejerciera profesiones que le gustaran, antes que resignarnos a la evidencia de que la mayor parte de los trabajos son yugos deleznables de los que es necesario huir apenas se pueda. Y me pregunté qué mundo sería más justo —si un mundo con más feriados o un mundo en el que a más gente le gustara lo que hace—, y me pregunté por cuál de los dos mundos lucharía yo, y encontré respuestas inmediatas. Después recordé una frase de Roberto Arlt, escritor argentino que escribió, en una columna llamada La tristeza del sábado inglés, cuando se había conseguido el derecho a no trabajar el sábado en la tarde: “Y se experimenta el terror, el espantoso terror de pensar que a estas mismas horas en varios países las gentes se ven obligadas a no hacer nada, aunque tengan ganas de trabajar o de morirse”. Zonceras, supongo. Apuntes de un día feriado.
domingo, 2 de marzo de 2014
Dejà vu
Dejà vu, Miguel Ángel Aguilar, EL PAÍS, 24-02-2014
En el Congreso de los Diputados, el ambiente de las grandes ocasiones lo marca primero la abundancia de escoltas y de chóferes y luego de periodistas, agrupados en diferentes corrillos. A las tribunas de Prensa suben solo los aficionados más clásicos, convencidos de la superioridad que desde allí alcanzan para dirigir de modo libérrimo su mirada hacia cualquier punto o escaño del hemiciclo, sin encadenamiento alguno a la señal institucional de televisión, de la que responde el realizador. Porque esa señal, pese al esfuerzo reconocido de neutralidad y a emitirse sin más señal de audio que la procedente de quien ocupe la presidencia y de quienes se van relevando en la tribuna de oradores, sin aditamento de comentario, indicación o traspunte alguno, ofrece de modo inevitable una determinada versión, por muy sin palabras que sea, resultante de la mera yuxtaposición sucesiva de los planos, enfoques y secuencias elegidos.
Como en las competiciones atléticas, en el Congreso se escuchará la sintonía equivalente a la advertencia de “jueces y cronometradores a sus puestos” y tras la lectura de la comunicación escueta del Gobierno su presidente, Mariano Rajoy, procederá a la lectura de los treinta folios preparados en casa. Será otra ocasión inaugural, un cántico a la negación de la evidencia que tenemos ante nuestros ojos. Un ejercicio como el de la piscina probática, donde los ciegos ven, los cojos andan y los leprosos quedan limpios.
Como el día que nació Abenamar se dejará otra vez constancia de las grandes señales que se presentan, con la mar en calma y la luna crecida. Además, se aportarán los ecos del Fondo Monetario, el Banco Central Europeo y la Comisión de Bruselas, es decir, de la troika en pleno, haciendo la ola al presidente Rajoy, en cuya oreja también cuchicheó alguna complacencia el mismísimo Barck Obama visitado en la Casa Blanca.
Todo compondrá el cuadro del dejà vu, como dicen los castizos. De modo que cualquier otra conversación que se intente será considerada perturbadora y contraria a los intereses generales, cuya definición se reserva en exclusiva Moncloa. Ni la crecida del independentismo, ni los conflictos territoriales, ni los muertos de Ceuta, ni la reforma de la ley del aborto, ni los nuevos yacimientos de corrupción, ni la privatización para mayor negocio del registro civil, ni la escasez y carestía del crédito, ni el desastre imposible del sector eléctrico, ni los casi seis millones de parados que sobrepasan la cifra recibida del gobierno anterior, ni la reconversión de radiotelevisión española en servicio doméstico del Gobierno, ni las elecciones al Parlamento Europeo, ni la reforma constitucional, nada alterará la impavidez del presidente. Para todas las carencias, pasados dos años y medio, sigue habiendo un solo responsable: el gobierno socialista de Zapatero. Cualquier crítica merecerá el consabido “y tú más”. La prensa del día siguiente le atribuirá victoria apabullante. Y si alguien critica la falta de proyecto la vicepresidenta para todo, Soraya Sáenz de Santamaría le dará su merecido.
lunes, 24 de febrero de 2014
El giro de Merkel
@el_pais: El giro de Merkel: http://elpais.com/elpais/2014/01/30/opinion/1391112959_088731.html
La democristiana Angela Merkel escenificó el miércoles el inicio de un nuevo mandato con música socialdemócrata. Y lo hizo defendiendo en el Bundestag una serie de reformas que introducen un giro social en la política alemana. La coalición con el SPD la obliga a ello, pero la canciller defendió las medidas —que elevan considerablemente el gasto público— con el mismo ardor con el que preconiza la austeridad para los socios europeos.
El paquete de reformas incluye la reducción de la edad de la jubilación de los 67 años a los 63 para quienes hayan cotizado durante 45 años, lo que supondrá un coste adicional de 160.000 millones de euros en los próximos 15 años. Aumentarán las ayudas para madres y para las pensiones más bajas —algo ya previsto en el programa de la CDU— y se introducirá un salario mínimo de 8,50 euros la hora. Además, el Gobierno quiere imponer una cuota femenina del 30% en los consejos de administración de las empresas que cotizan en Bolsa.
Da la impresión de que los socialdemócratas de Sigmar Gabriel —vicecanciller y superministro de Economía y Energía— están marcando el camino, pero Merkel —que en las negociaciones para formar Gobierno neutralizó las propuestas fiscales del SPD— no se muestra en absoluto incómoda con el nuevo rumbo. Más allá de su cintura política, la canciller sabe que la popularidad de estas medidas compensa las críticas de la patronal, de parte de la CDU e incluso del excanciller socialdemócrata Gerhard Schröder, que en 2003 capitaneó las reformas que sentaron las bases del espectacular crecimiento alemán, pero que hundieron en las urnas a su partido.
Webconferencia
lunes, 17 de febrero de 2014
El silencio de Rouco
La plataforma de afectados por los robos de niños en España siempre ha echado en falta un pronunciamiento de los obispos españoles por este escándalo, habida cuenta de que hubo instituciones y religiosos implicados y que el juez imputó a la ya fallecida sor María Gómez Valbuena. El presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, y sus portavoces eluden siquiera pronunciarse sobre un asunto tan grave que solo ahora se ha destapado públicamente. Ellos que tanto se preocupan por el relativismo moral de la sociedad, no tienen nada que decir sobre unos delitos que han dejado un reguero de víctimas que buscan la verdad y la reparación.
El informe de la ONU es a nivel global una denuncia de grueso calibre, porque acusa a la Iglesia católica de incumplir derechos humanos suscritos por la propia Santa Sede en convenios internacionales. La lista es larga: no solo se encubre a los abusadores sexuales, sino que el derecho canónico no protege a los niños de la violencia y sigue haciendo una clara distinción con los hijos nacidos fuera del matrimonio; con su actitud general la Iglesia estigmatiza la homosexualidad, mantiene los estereotipos sexistas en sus libros de texto, arrebata la identidad a los hijos de los sacerdotes, sigue tolerando los castigos físicos en algunas instituciones, no investiga el tormento que sufrieron cientos de niñas irlandesas en las lavanderías Magdalena —donde eran explotadas laboralmente y sometidas a abusos (entre otros suplicios)— y, en general, no invierte en formar a los suyos en valores que pongan fin a tanto infierno infantil.
El papa Francisco ha creado un grupo de trabajo para tomar medidas conducentes a “estar siempre del lado de los niños”. Frente al informe de la ONU, el exsecretario de Estado vaticano Tarcisio Bertone ha pedido paciencia. Indudablemente, la tarea de Francisco llevará tiempo porque es titánica. El mal corroe la institución y está bien enquistado. Pero la paciencia tiene un límite y en España la jerarquía católica es especialmente refractaria al revisionismo. Mantener a Rouco, ciertamente a punto de jubilarse, avalar a una Conferencia Episcopal obsesionada con participar en política con el aborto o nombrar cardenal a Fernando Sebastián, que cree que hay que curar la homosexualidad, no es la mejor señal para la paciencia sobre una institución todavía tan influyente.
Gabriel Cañas
EL PAÍS, 9-02-2014
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/02/09/actualidad/1391979597_415146.html
Webconferencia
lunes, 10 de febrero de 2014
Verdadero, falso
A los establecimientos comerciales les preocupa mucho que les pasen billetes de 50 euros falsos, como si el dinero auténtico fuera verdadero. El corralito argentino no fue sino el descubrimiento de que un tercio o más del dinero auténtico era falso. Es lo que ha venido a demostrar también la reciente devaluación del peso. Cada billete de curso legal llevaba dentro de sí un 25% de mentira. Da pena descubrir que lo genuino puede ser ficticio, pero es así de toda la vida. El mismo Picasso pintaba picassosfalsos. Si nos atenemos a la lógica clásica, eran verdaderos, pero la economía financiera ha puesto todo patas arriba. Loewe, Lewis o Rolex deberían tomar ejemplo del Estado y comenzar, si no lo han hecho ya, a fabricar sus propias imitaciones. La banca es la inventora de ese auténtico cheque al portador falso conocido como participaciones preferentes. La delincuencia, decía un personaje de Le Carré, es demasiado importante para dejarla en manos de los delincuentes.
lunes, 3 de febrero de 2014
El eclipse
Mirábamos el sol con todo: con los gemelos de teatro, con el anteojo de larga vista, con una botella, con un cristal ahumado; y desde todas partes: desde el mirador, desde la escalera del corral, desde la ventana del granero, desde la cancela del patio, por sus cristales granas y azules...
Al ocultarse el sol que, un momento antes, todo lo hacía dos, tres, cien veces más grande y mejor con sus complicaciones de luz y oro, todo, sin la transición larga del crepúsculo, lo dejaba solo y pobre, como si hubiera cambiado onzas primero y luego plata por cobre. Era el pueblo como un perro chico, mohoso y ya sin cambio. ¡ Qué tristes y qué pequeñas las calles, las plazas, las torre, los caminos de los montes !
Platero parecía, allá en el corral, un burro menos verdadero, diferente y recortado; otro burro...
lunes, 13 de enero de 2014
Qué asco
Dicen que los deseos son peligrosos, porque a veces se cumplen. Aunque los míos parecen exentos de cualquier probabilidad de éxito, voy a arriesgarme. Espero de 2014 que no se parezca a 2013, aunque por mucho que me esfuerzo, no logro convocar la fe suficiente para desear con convicción. Es curioso, pero al final de un largo año de desdichas, de injusticias, de escándalos y rabia estéril, un solo acontecimiento, la reforma de la ley del aborto, ha logrado aniquilarme.
Los seres humanos somos tiempo, fruto de un lugar, pero sobre todo de una época. Y en la que me ha tocado vivir, la situación por la que estamos atravesando era impensable. Por eso, en la herencia amarga del año que se va, la última puñalada es la que más duele. Creíamos que nos enfrentábamos a una crisis económica insólita, una situación propia de un tiempo nuevo, un presente peor para un futuro por descubrir, y resulta que era mentira. Por el último resquicio de 2013, se ha colado lo malo conocido, el viejo y pestilente aroma de la represión, la caspa polvorienta de la España nacionalcatólica, el puritanismo dogmático de los padres de la patria que usurpan nuestra voluntad, nos expropian el cuerpo por nuestro bien, y condenan a las mujeres —esas sentinas de todos los vicios— a ser desgraciadas por la eterna salvación de sus almas.
Qué asco. Qué ganas de vomitar sobre la herencia maldita de la patria inmortal a la que pertenece el señor ministro de Justicia. Qué pena de ilusión perdida, el sueño alimentado con tanto esfuerzo, durante tantos años, por tantas personas admirables condenadas a sufrir en vano doblemente, entonces y ahora. Se ha pinchado la burbuja, hemos caído al suelo y nos hemos roto todos los huesos. Así, maltrecha y furiosa, les deseo un feliz Año Nuevo. Solo lo será si logramos volver a respirar en este país de todos los demonios.
Almudena Grandes
EL PAÍS, 30-12-2013